Santa Pola
El municipio de Santa Pola está ubicado en la popular Costa Blanca a orillas del Mediterráneo, al sur de Alicante y en la comarca del Bajo Vinalopó. Cuenta con una población censada de 31.137 habitantes (INE 2017) de los cuales un 14% son extranjeros, principalmente del Reino Unido.
El pueblo está asentado sobre una ubicación geográfica envidiable, rodeado por parajes naturales y con un microclima especial que le dota de un clima benigno durante todo el año. Su casco urbano se desarrolla a partir del Castillo-Fortaleza y del puerto hacia este y oeste, y está delimitado por el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola y por la Sierra y Cabo de Santa Pola, un antiguo arrecife que hoy destaca por sus frondosas pinadas.
Sus habitantes han vivido históricamente del mar, de hecho su puerto pesquero sigue siendo uno de los más importantes del Mediterráneo español por flota y número de capturas. Pero el mar también les ha regalado 13 kilómetros de costa y una amplia variedad de playas urbanas, playas naturales y pequeñas calas. Cinco de sus playas obtienen la prestigiosa Bandera Azul y dos de ellas son accesibles, ofreciendo instalaciones específicas para personas con movilidad reducida. También cuenta con una cala donde se permite el baño de perros y que es muy visitada por dueños y mascotas.
El atractivo de sus playas se complementa con la tradicional y rica gastronomía local, basada en los productos frescos del mar que cada día traen a puerto sus pescadores. La marca de calidad “Peix de Santa Pola” le da un valor añadido muy reconocido por restauradores y consumidores.
El patrimonio cultural e histórico de Santa Pola es rico y abundante, destacando su Castillo-Fortaleza (que acoge, en el corazón de la villa, la capilla de la Virgen de Loreto y el Museo del Mar), los restos arqueológicos del Portus Illicitanus, las torres vigía, el faro y su espectacular mirador, el acuario...
El puerto de Santa Pola es la vía de comunicación más rápida con la Isla de Tabarca, la única habitada de la Comunidad Valenciana y todo un símbolo con su encantador poblado amurallado, sus restaurantes donde degustar el típico caldero, la calidad de sus aguas y su reserva marina. Se puede visitar a bordo de los catamaranes y lanchas que cada día parten desde Santa Pola.
Situada en un punto estratégico, la villa está perfectamente conectada para recibir al turista:
- A 21 km. de Alicante, capital de la provincia con excelentes conexiones ferroviarias, especialmente con Madrid, a la que se puede llegar en poco más de dos horas a bordo del AVE.
- A 13 km. de Elche, ciudad industrial y activa con un doble Patrimonio de la Humanidad: su incomparable Palmeral Histórico y el Misterio de Elche.
- A 15 km. del aeropuerto internacional Elche-Alicante, el quinto aeropuerto de España por volumen de pasajeros (casi 14 millones en 2017) y con conexiones a 94 destinos nacionales e internacionales.