Este pintoresco piso se encuentra en la cuarta planta de un edificio sin ascensor!
La cocina, aunque modesta, conserva su diseño original, con armarios y electrodomésticos que reflejan la estética de décadas pasadas. Aunque puede requerir una actualización, ofrece un lienzo en blanco para aquellos que deseen restaurarla con un toque moderno sin perder su encanto antiguo.
Las dos habitaciones, cada una con sus propias peculiaridades, ofrecen un refugio tranquilo del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana dando a un patio interior. Con espacio suficiente para una cama y muebles esenciales, invitan a los residentes a relajarse y desconectar en un ambiente sereno.
El baño, aunque funcional, con accesorios originales que reflejan la estética de la época en que fue construido el edificio. Aunque puede necesitar algunas mejoras, ofrece un espacio práctico para las necesidades diarias.
A pesar de su estado original y antiguo, este piso en la cuarta planta sin ascenso con un poco de amor y atención, puede transformarse en un verdadero tesoro!
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